Datos biográficos
Su infancia corta e intensa trascurrió en Madrid muy cerca de Los Jerónimos, del Prado y del Retiro.
Desde niño, Desiderio Babiano Lozano, tuvo interés y afición por dibujar y pintar. Su abuelo, impresionado por esta habilidad suya, fue el primero en reconocerla y la recompensó regalándole los primeros pinceles, cuaderno de dibujo y caja de acuarelas.
Su espíritu crítico y su receptividad hacia los cambios sociales, se iniciaron y fecundaron durante su juventud en los años de la Dictadura del General Primo de Ribera. En 1931, con 22 años, la Republica brindaba a la juventud espacios y oportunidades para el desarrollo de múltiples inquietudes: el teatro y sus decorados, los paisajes y el montañismo en la Sierra de Guadarrama y Gredos, la política y el apogeo social en un Madrid vivo y fascinante. La poesía, la literatura, el teatro y todas las actividades gráficas se desarrollaron, entre muchas otras, con fuerza y plenitud creativa, en el espíritu renovador de la nueva República.
Extrovertido, simpático y con un amplio sentido del humor, tuvo siempre un don para las relaciones humanas y personales. También una percepción, una capacidad observadora y asimiladora, un registro intuitivo y fotográfico de las formas, del claroscuro, el color, la luz, el contraste, el encuadre, el movimiento y de síntesis e impacto de lo esencial. Crítico y chispeante, con su aguda capacidad de síntesis y acierto en el mensaje y con la línea ágil, clara, graciosa y potente en su ejecución, encaja en los ambientes culturales y del grafismo del momento por la movilización y la defensa de la República Española en 1936.
Organizado en las Juventudes Socialistas Unificadas, JSU, entre las muchas necesidades del momento, Babiano, así firmaba sus trabajos hasta 1939, se dedicó a dibujar para periódicos, folletos y carteles, hacia donde se polarizó todo el potencial gráfico y cartelístico. El lenguaje del cartel era un medio ágil, sintetizador e impactante que transmitía todos los mensajes urgentes desde
todos los ámbitos culturales, sociales y políticos hacia todos los sectores de la movilización del país.
Es difícil encontrar en la historia otro momento de tanta plenitud e intensidad en la difusión de temas y contenidos, tal diversidad de técnicas y estilos y tal calidad y cantidad de artistas al servicio de una causa y objetivo común: salvar a la República. Dan testimonio de ello publicaciones y exposiciones especializadas, que reflejan esta enorme creatividad, orientada a promover el civismo, la cultura, la educación, la higiene, la maternidad, la protección de la infancia, la producción, la vigilancia, el alistamiento, la alfabetización y la solidaridad.
En el mes de marzo de 1939 en Madrid la situación para los republicanos era insostenible tras el pacto del General Casado. La situación general y las responsabilidades familiares aconsejaron tratar de abandonar Madrid y España por la carretera de Valencia hasta el puerto de Alicante. El escritor Max Aub, desde el exilio en Méjico plasmó la tragedia de este episodio en su libro “Campo de los almendros”. La posibilidad del exilio desde el puerto de Alicante se truncó a principios de abril de 1939.
Prisionero en el campo de concentración de Albatera, en 1940, tras meses de esfuerzos e ingenio, fue liberado. Su esposa, haciendo uso de su audacia y valor, fue la artífice de su liberación.
Rehicieron su vida en Barcelona y allí ejerció múltiples empleos: pintó tranvías, casetas de baño, paredes y lo que se pusiera por delante hasta conseguir reiniciar su labor gráfica. Esta vez con el nombre artístico compuesto por motivos de seguridad por los dos apellidos de su madre: Lozano Olivares.
En un inmueble vetusto de cuatro paredes y sobre una vieja mesa de cocina Lozano Olivares inició en 1940 su vida artística como ilustrador de todo tipo de libros, revistas y otras publicaciones. Uno de sus primeros trabajos como ilustrador lo realizó en Publicaciones Nuevocine ( Ediciones Cinema / Ediciones Grafidesa S.L.) ilustró para una publicación de ficción, en cuadernos de comic, de “Bravo Español”; otros trabajos en la revista infantil “Chicos” y la ilustración, casi absoluta, de la revista “Ímpetu”, uno de cuyos directivos entonces era Manuel Sacristán. La redacción la constituían un grupo de gente joven con un ideario intelectual falangista, capaces, competentes y con medios. Ilustró varios libros de literatura juvenil épica y de aventura, como La Espada Invencible, Atila y La Isla del Tesoro con litografías de una gran calidad y belleza para Ediciones Cantín. Ilustró para Hymsa, en la primera etapa gráfica de la revista Lecturas, historias y relatos cortos. Múltiples colecciones de cuentos infantiles, de aventuras para adolescentes, policíacas y de misterio para la Editorial Molino. Realizó portadas e ilustraciones en todo el laberinto editorial de Bruguera desde los años 50 hasta su fin en la década de los 80. Para esta editorial con una producción amplia y compleja se prodigó en diversidad de estilos y muchos de sus trabajos, sin firma, quedaron registrados con el seudónimo de Desilo, compuesto de las dos primeras letras de su nombre y sus dos apellidos.
Caralt, Cumbres. Furest, Éxito, Janés, Gili, Toray, Vergara, Mateu, Veron, Victoria, Hachette, son otras editoriales más en donde se vertebra también la obra gráfica de Lozano Olivares.
La experimentación es doméstica: grabados, óleos, acuarelas, pasteles, calcografías y bocetos. Muchos trabajos anónimos dedicados a personas próximas, a ediciones clandestinas y a la acción social y política prohibida.
Lozano Olivares, pertenece a una generación que supo enfrentarse a las circunstancias adversas, derivadas de las guerras que marcaron el siglo XX: la guerra civil española y la II guerra mundial. Esa generación que en España, tras la liberación del fascismo en Europa, el franquismo reprimió hasta el genocidio y contra la modernidad de este país; parte de esa generación perseguida , que no derrotada, de escritores, ilustradores, editores, periodistas y los mejores representantes de la cultura española, que contribuyeron a recuperar la España de hoy y ayudaron a restablecer la democracia y su digna posición en el mundo
Lozano Olivares aportó con su saber hacer profesional y cívico su compromiso con los tiempos que le tocó vivir. Falleció el 21 de mayo de 1985 en Barcelona a los 76 años de edad.
Enhorabuena por el blog, y gracias por compartir toda esta información sobre el gran Desilo. Tengo un blog de novela popular española llamado La memoria del bolsilibro, y quería dedicar una reseña a este gran ilustrador. Quería pediros permiso para usar imágenes y datos de vuestra página, por supuesto haciendo mención de la fuente. Mi correo es bolsilibrosmemoria@gmail.com. Un saludo y gracias.
ResponderEliminarAlberto, disculpa la demora,. Permiso concedido con agrado. Saludos Helios Babiano
EliminarDESPUÉS DE LAS HISTORIETAS. LOS BOLSILIBROS FUERON LA DROGA DE LOS FANÁTICOS LECTORES. LAS EMPECE A LEER ESTANDO EN LA SECUNDARIA. MI MADRE ME COMPRABA ALGUNAS EN VACACIONES. FELICITACIONES POR TU EXCELENTE BLOG.
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